Básicamente todos nosotros tenemos un móvil, la mayoría en este caso Smartphones con aplicaciones tales como whatsapp, facebook, twitter, instagram, etc. Este tipo de aparatos electrónicos llegan a causar problemas de adicción en los cuales el adicto no es capaz de mantenerse alejado de ese aparato (sobre todo suelen ser móviles) durante un tiempo prolongado.
Estos casos han llegado a las aulas de los colegios e institutos, causando graves conflictos al no decidirse si permitir los móviles en el centro o permitirlos. Al final, me parece que el año pasado se aceptó su uso siempre y cuando este no se usase en horas lectiva, es decir, mientras se estuviese dando clase, ya que es una gran distracción para los alumnos poder estar usando el teléfono cuando les diera la gana. ¡Como si no fuese bastante con que fuera del centro no se separen ni un minuto de él!

Es cierto que si un móvil suena ya que ha recibido un mensaje o una llamada telefónica puede tener una razón justificada, ya sea por una urgencia o un problema importante que ha sucedido y en el que se necesita con urgencia a la persona llamada, pero eso no justifica que la mayoría de las demás veces que suena el móvil sean por mensajes sin importancia recibidos, que pueden interrumpir una clase y molestar el ambiente de ella.
Hay muchas maneras de evitar que estos imprevistos sucedan. La primera es que si el teléfono se necesita mantener encendido por alguna razón mantenerlo en silencio o en vibración, así se notará cuando se reciba algo. La segunda es no apagar el móvil en las horas lectivas y encenderlo en las de tiempo libre.Y la tercera es que se puede informar al profesor o profesora que necesita tener el móvil encendido, porque va a recibir una llamada de urgencia o algo por el estilo.
Por tanto, respondiendo a la pregunta del título, creo que los móviles no se deberían mantener encendidos en clase sin una buena razón (explicada antes de empezar la clase al profesor) que implique la necesidad de mantenerlo alerta, ya sea porque se necesite para una posible urgencia ajena de alguien del entorno o, (ya que ahora se está poniendo en práctica mucho el uso de estos en clase) que el profesor mande tenerlo encendido por si se necesita su uso para la lección.
Por último, decir que además, el teléfono del centro siempre está a disposición de la gente y para una urgencia se podría llamar al colegio o instituto y rápidamente los encargados transmitirían el mensaje yendo a la clase del alumno al que reclamase e informándole.