Los evidentes rasgos físicos a los que las personas tienden a igualar o intentar conseguir son, como todos sabemos:
Una cara bonita, con unos ojazos que brillen a kilómetros de distancia (azules o verdes suelen ser los más demandados); sonrisa de dientes perfecto; pelo bonito, un rubio dorado o castaño claro siempre viene mejor; una nariz que no sea grande, pero que no se exceda de pequeña; y la piel que tenga color.
Cuerpo alucinante. Para las chicas: lo más importante tener tetas y culo, por supuesto...pero con 0 gramos de grasa en el cuerpo, es decir, vientre plano, piernas que no se excedan de grosor y un estatura media, tirando para alta. Para los chicos: Lo mas importante ir a gimnasio, tener un cuerpo definido y lucir "musculitos" siempre.
¿Quién no querría algo así?, mejor dicho: ¿quién no querría ser así? Desde luego si te presentan a ese prototipo, a primera vista te parece perfecto. El fallo es que nadie lo somos, y si por fuera lo aparentamos, seguro que por dentro no es así. No me refiero solo a la personalidad, también a la salud de uno mismo, porque muchas veces el trastorno que se sufre al intentar llegar a ese sueño de ser perfectos solo puede llegar a hacer que uno se exceda demasiado y llegue a tener algunas enfermedades tanto físicas, como mentales.
Muchas veces nos perdemos lo verdaderamente bello de una persona, que es la forma de ser. Eso es lo que debería verse reflejado en un buen Canon de belleza.
Fuentes: Ha sido una opinión personal, solo he utilizado google imágenes y los archívos adjuntos en el blog de 3ºESO.